Él tomará vino todas las noches, como tu le enseñaste, y sonreirá, será más feliz y apreciará las pequeñas cosas como empezó a hacer cuando estaba a tu lado.
Y tu, vivirás de noche, seguirás fumando hasta que de tus manos no se vaya nunca el olor a nicotina, te dejaras querer por el alcohol y de vez en cuando buscaras cariño en camas ajenas, no lo pensarás demasiado, como siempre, acabarás siendo el coche de segunda mano que nadie quiso comprar.
Eso es lo que harás, para no volver a enseñarle a nadie tu yo más original, más profundo. Mejor quedarse en la superficie, porque dentro se quedo atascado alguien que nunca salió.
Aunque puede que la historia cambie.
Que venga el de los arreglos, que sorprendentemente, una maraña solo la puede deshacer el mismo que la hizo.
Y será fácil.
Como siempre ha sido. Venir, tocar, dejar en mis labios todos los recuerdos que compartimos y volver a seguir creando magia juntos.