sábado, 14 de septiembre de 2013

caduca en verano

Seguramente nunca llegues a leer esto. Pero te lo escribo a ti. Estoy camino a la cuidad que me ha visto cambiar, dejando atrás a la que en su momento me vio crecer. 

Son solo tres dias, pero el viaje ya es suficiente para echarte de menos. Y si ahora estoy asi... Imaginate lo que vendra después! No quiero sufrir y se que no vas a hacerme daño, pero también se cual es el precio de esta felicidad. Nuestra historia tiene fecha de caducidad, y precisamente no durara tanto como una lata de conservas, mas bien lo contrario. Corto pero intenso. No podria haberlo imaginado nunca, pero aqui estas ahora, en mi cabeza, en mis labios, en mi sonrisa... No han pasado ni tres horas y ya tengo miedo, porque de lo que mas miedo tengo no es del tiempo, sino de la distancia.