Hoy
he conocido la felicidad. Esa felicidad que solo se me presentaba
cuando estábamos juntos. Nunca hubiera pensado que la presencia tan
cercana de una persona me produciría este sentimiento. Entre cañas,
pintxos y risas no he podido gozar más. Porque las cosas simples nos
gustan, y porque regalarnos un libro improvisado ha sido lo mejor que me
ha pasado en estas navidades. Ahora se que tengo un objeto material al que
agarrarme para recordar nuestro encuentro cada vez que vea las cosas
oscuras.
Que
no has salido de mi ya lo sabía. Lo que no sabía era que te tenía tan
presente. Siempre has sido recatado, no has hecho ruido, y al final eso
es lo que más he echado de menos.
Gracias
por estar ahí, en mi cabeza y sobretodo en mi corazón, contigo he
aprendido y sigo aprendiendo lo que es querer, lejos o cerca, teniéndote
o sin tenerte. Te quiero de todas las maneras y se que eso nunca
cambiará. Gracias por ser tu la persona. Eres mi persona. Te quiero
maitia.