Se acerca nuestro dia, y eres cada vez mas recurrente en mi cabeza...
Empezamos con una capa de limpieza, y directamente vertimos
todo el hormigón, fraguamos en seguida sin necesidad de ningún químico, porque
eso entre nosotros sobraba. Ligábamos igual de bien que el acero y el hormigón.
Aunque ellos, son casi indestructibles. Sin embargo, nosotros, fuimos muy frágiles,
los factores externos y el nivel de exposición nos jugaron una mala, malísima,
pasada. Ahora y desde hace mucho tiempo que me faltas. Me faltas desde aquel
martes de febrero en el que nos rompimos. Nunca he dejado de pensar que volveríamos
a estar juntos. Y lo sigo pensando, porque yo soy el acero que te sostiene y tu
el hormigón que me da consistencia para ser nosotros. Volveremos, y cuando lo
hagamos seremos invencibles.
Por ahora me gusta recordarte, no fue el momento, pero no
tengas ninguna duda de que llegará. Porque siempre fuimos esa combinación perfecta
por sus imperfecciones. Porque somos luchadores y no somos algo pasajero.
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